Cuida tu mente

Por el año 2012, ya transitando el mundo de la NMG y de la Biodescodificación; en una tarde de investigación y búsqueda, me encontré con una conferencia de dos horas del Dr José González, Profesor y Psicólogo clínico en España. Toda la conferencia vale los primeros 15 minutos; seguramente las personas que se han formado alguna vez en PANCoLife recordarán que esto lo he contado en las Formaciones.
Algo que realmente me impactó por aquel entonces fue un experimento real que me dejó muy en claro de lo que es capaz la sugestión; lo poco que conocemos de los pensamientos; lo mal que los utilizamos y, sobre todo, el gran peligro al que estamos expuestos debido a nuestra ignorancia, dando lugar en nuestra mente a todo tipo de información, algunas extremadamente perjudiciales…

En esta oportunidad lo abordaré desde el mundo sensible o tangible a fin de que te sea más fácil de comprender. Por si aún no lo sabes, la mente humana no juzga ni filtra lo que recibe a través de tus sentidos; sean imágenes, sonido y/o sensaciones; con esta información crea tu percepción individual o; como dirían Nietzsche y Schopenhauer; crea una representación personal de la realidad; tanto si es positiva, negativa o indiferente; pero, a aquello que tú aceptas, tu mente le da vida y lo vuelve real para ti. Esto explicaría por qué dos personas, en las mismas circunstancias, pueden vivir dos realidades completamente diferentes…
Desarrollarlo desde la teoría del Dr Garnier es algo más complejo para la mayoría de las personas pero, si te interesa, puedes comprar sus libros.

Volviendo al Dr. José Gonzalez, en aquella conferencia cuenta este experimento: Un científico de Phoenix – Arizona – quería comprobar el poder de la mente pero para ello necesitaba un voluntario que llegase hasta las últimas consecuencias y qué mejor que un condenado a muerte, teniendo el recaudo de que ya no hubiera posibilidad alguna de apelación al caso ni más alternativa que la muerte.
Este científico del campo de la mente, encuentra que en la penitenciaría de St. Louis, en el estado de Missouri, donde aún existía la pena de muerte en silla eléctrica, había un prisionero que sería ejecutado unos días más tarde, entonces se presenta ante el alcalde de la misma a fin de solicitarle permiso para hacer un experimento con este condenado y poder comprobar, finalmente, si esta teoría era válida o inválida.
Le cuenta al alcalde el experimento que quería llevar a cabo y este está de acuerdo pero no tenía la suficiente autoridad para aprobarlo por consiguiente, también le solicita permiso al gobernador quien acepta bajo dos condiciones: primero que si el experimento falla, el prisionero iría a la silla eléctrica indefectiblemente y segundo, durante el experimento, debían estar presente los jueces que luego corroborarían la muerte del prisionero en caso de un resultado satisfactorio; el científico estuvo de acuerdo y finalmente, se reunió con el prisionero ofreciéndole una muerte sin ningún dolor ni sufrimiento; al explicarle cómo sería el procedimiento, y dado que la silla eléctrica era una muerte terriblemente dolorosa, el prisionero aceptó.
(Este es un dato clave, si el prisionero no lo hubiera aceptado, el experimento no hubiera funcionado…)

El científico explicó al condenado que este procedimiento era muy sencillo, simplemente le haría un corte en la muñeca (en su pulso) y comenzaría a caer su sangre en un cubo (vasija); él estaría escuchando el sonido del goteo, por lo tanto, cuando cayera la última gota, él habría muerto sin ningún dolor ni sufrimiento.
El condenado fue colocado en una cama de hospital, taparon sus ojos, lo amarraron para que no pudiera moverse y , estando todo preparado, le hicieron un corte superficial en su muñeca para que él sintiera que su pulso fue cortado.
Sin que él supiera (y recuerda que tenía sus ojos vendados), al lado de la cama había un frasco de suero fisiológico cuya válvula fue abierta al momento de cortar el pulso para que el condenado creyese que era su sangre la que caía en el cubo.
Cada 5 minutos el científico cerraba un poco más la válvula haciendo disminuir el goteo, lo que hacía creer al condenado que era su caudal de sangre el que disminuía. Al cabo de poco tiempo fue perdiendo su color, su latidos eran más débiles, se iba poniendo cada vez más pálido como si le estuvieran quitando verdaderamente la sangre de su cuerpo y finalmente, cuando el científico cerró por completo la válvula dejando caer la última gota de suero, el corazón del condenado se detuvo por completo y murió sin dolor y sin derramar una sola gota de sangre…
De esta manera, el científico consiguió probar que se puede inducir a algo a una persona que lo haya aceptado previamente.
Este condenado murió solamente por el poder de la sugestión 
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Sugestión: Influencia que algo o alguien provoca sobre la manera de pensar o de actuar de una persona, que anula su voluntad y la lleva a obrar de una forma determinada.

 

Volviendo ahora a la actualidad

Personalmente he hecho un par de cuarentenas en mi vida, pero cuarentenas reales de 40 días, no de 15… y mi experiencia me enseñó lo siguiente;
los primeros días sientes un alivio, no tienes que ir a trabajar, estás en tu casa, tienes tiempo para ti, para acomodar tus cosas, para leer, para mirar series, no tienes que aguantar a esas personas que no toleras, en fin; hasta aquí va todo bien pero… pero …
después de algunos días empiezas a tener otro tipo de pensamientos, aparecen la ira, las culpas, los remordimientos, las lamentaciones, las melancolías, las angustias, los dolores, el aburrimiento, tienes ganas de salir corriendo o de gritar, de romper algo, empiezas a pensar cómo te arreglarás con el dinero, comienzas a sentirte atado, que te falta el aire, etc; resumiendo, no lo pasas nada bien…
si toleras ese período, luego vuelve la calma y te sientes diferente; ya no eres el mismo.
Seguramente estarás pensando, «ok Silvina pero no entiendo cuál es el problema si luego vuelve la calma?»… El problema es el período del medio; el período en el que tu mente divaga sin ningún control de tu parte, donde te empiezas a taladrar la cabeza con cosas que no te aportan nada ni te benefician sino que, por el contrario, te perjudican; no lo hacen instantáneamente, eso es claro; lo harán más adelante … por qué? porque todos esos pensamientos siguen activos!, son potenciales (posibilidades) que; podrías vivir en un futuro o que los podrá vivir cualquier otra persona en la tierra.

Ahora bien, mira lo que está ocurriendo actualmente en el mundo … se habla de la cantidad de muertos, de la cantidad de enfermos, de los hospitales atestados de gente, de cómo se propaga el virus, etc etc; y qué crees que pasará? pues que habrá más muertos, más enfermos, más saturación en los hospitales y más pandemia … te parece una locura? Pues no lo es …
Hasta el 13 de marzo de 1989 todos los pensamientos que tenían las personas no estaban a disposición de todo el mundo, había como una especie de protección (no voy a entrar en detalles porque es muy extenso de explicar y de demostrar en este momento además que no es el objetivo de este artículo) pero a partir de esa fecha, todos los pensamientos que tenemos y que, ignorantemente, creemos que no pasa nada porque son sólo pensamientos; están a disposición de cualquier persona que habite la tierra, empezando por ti… esto significa que cada uno de tus pensamientos se transformará en una realidad disponible de ser vivida 40 días más tarde del momento inicial. Actualmente la neurociencia ha comprobado que tenemos un promedio de 70.000 pensamientos diarios y, claramente, es imposible controlar cada uno de ellos, eso es correcto! pero sí hay algo que puedes hacer y es elegir qué pensar.

Entonces, ¿qué tal si; en lugar de pensar lo que te inducen a pensar los medios creando más de lo mismo; te ocupas de controlar la benevolencia de tu pensamiento hacia quien venga a tu mente y, en ese estado, pensar en la cantidad de personas que se han curado? (que, dicho sea de paso, son muchas aunque no se diga públicamente… );
¿qué tal si, controlando la benevolencia de tu pensamiento, empiezas a pensar en la cantidad de personas que no se han enfermado (que son muchísimas más!)?
¿qué tal si, controlando la benevolencia de tu pensamiento, te ocupas de pensar en las personas felices, contentas, que conversan, se ríen, se abrazan, comparten, sienten afecto y honestidad unas por otras?
Y esto, querido lector, es crear nuevos futuros agradables para la mayor cantidad de personas posibles que habiten la tierra… ¿recuerdas que estarán disponibles para cualquiera? bien, no es tu responsabilidad quién los actualice, o sea quien los viva; eso queda al libre albedrío de cada persona en su propia vida pero sí hay una cosa que te aseguro y es que, si tú comienzas a cambiar tus pensamientos, esta cuarentena forzosa que todos tenemos que atravesar, será más productiva, más llevadera y podría resultar en un futuro próximo más beneficioso para todos.

Después de haber atendido miles de casos en consulta y por haberlo vivido en mi carne; sé que el miedo enferma, el miedo se contagia, el miedo destruye, el miedo debilita, el miedo conduce a pensar tonterías, el miedo te hace manipulable, el miedo te sugestiona y, peor aún, el miedo te vuelve el creador de aquello que pretendes eliminar… pero como no lo sabes, buscarás un culpable fuera de ti … pues que sepas que no lo hay… 
Otra cosa que sí sé y que tampoco te va a gustar, es que Todos, absolutamente TODOS, Somos Responsables de lo que se está viviendo porque, ni siquiera el 1% de la población mundial, controla uno solo de sus 70.000 pensamientos diarios y hoy se sabe, científicamente, que los pensamientos crean la realidad… y sumado a esta falta de control, tampoco duermen como deben dormir para corregir esas creaciones… ; entonces me parece que ha llegado el momento de asumir nuestra responsabilidad y hacer algo mejor de lo que hemos estado haciendo con nuestros pensamientos hasta ahora ….

Un honesto y afectuoso abrazo.

Silvina Carnevale
23 de marzo de 2020